Por Iya Abbebe Oshun
Iya de kary osha/Ile Habana–Santo Domingo
Colaboraciones de Olo Yemaya/Alaishemi y Ayabba Egun /Olo Yansa
Muchos bailes de origen africano tienen una alta relación con danzas religiosas, por eso sus significados trascienden lo corporal. Estas expresiones que hoy integran el folklor de nuestras Antillas, forman parte de una herencia cultural, asimilada y reinterpretada en nuevos cuerpos descendientes que aun, hoy son transportadores de energías ancestrales.
La mayoría de esas danzas de origen religioso vienen de pueblos lucumíes de cultura yoruba de Nigeria occidental.
El hombre negro llego a las Américas portando una fuerza extraordinaria, una fuerza portadora de un movimiento muscular “superior” que instauro la fuente de riquezas de la Europa colonizadora, la industria azucarera, madre de la identidad de las naciones antillanas.
Los esclavos africanos llegaron portando su fe, sus dioses, sus cantos y sus bailes. Aun cuando era agotador e inhumano el trabajo diario no faltaban en las noches los cantos angustiados dormidos en el lamento por la tierra lejana.
La música: mística de elevación espiritual
Esta asociación con las artes también se manifestaba en sus fiestas llamadas wemilere que aúnan los elementos religiosos con los festivos, conocidas como “tambor”, “bembé”, “toque”, según país o región.
Estos toques por lo general estaban dedicados a una deidad y sus movimientos tienen una marcada significación y característica.
Al igual que en el resto de culturas, en las africanas las danzas tradicionales están íntimamente relacionadas con las fases de la tierra (cambio de estaciones, desgracias naturales, festejos nacimientos y honras fúnebres).
La danza en los pueblos yorubas dice un mensaje mediante un profundo simbolismo que viene descrito en el dilogun (oráculo del caracol) y en la propia síntesis de la mística con la que bajaron a la tierra las energías divinas.
Existe una gran variedad de ritmos y cadencias según las diferencias culturales de los muy diversos pueblos africanos.
Aunque muchas danzas se atienen a coreografías definidas, en general los bailarines realizan sus movimientos con un alto grado de improvisación pero en el diagrama que establece la danza a los orishas están descrita los bailes y el teatro de los negros en el folklore de Cuba publicado por el etnólogo cubano Don Fernando Ortiz
Orígenes de los bailes yoruba
La danza es una de las manifestaciones de la cultura africana que se inserto con más fuerza en América. países americanos bailes de indiscutible africanidad en los que los elementos africanos se mezclan con otros dando vida a nuevas formas de baile, principalmente en los países del área del Caribe Antillano.
Las danzas rituales son la parte más importante de nuestro folklore y la base de otras formas de danza no inherentes a las religiones
Una verdad multiplicada hasta hoy después de seis siglos del episodio cruento de la esclavitud fue descrita por el etnólogo cubano Don Fernando Ortiz quien aseguro:
Los negreros, cuando trajeron a indias sus costosas piezas de ébano, no pudieron quitarles la savia que en ellos corría; no pudieron traer de sus esclavos sólo sus cuerpos y no sus espíritus. Los africanos trajeron consigo su cultura y trataron en su añoranza cruel de mantenerla y transmitirla a sus hijos. Entre el tesoro folklórico que les era propio debían estar los cuentos, fábulas, leyendas, rapsodias y cantos que contenían las hazañas de sus antepasados, las mitologías de sus creencias, las cosmogonías de sus filósofos, los ritos de sus cultos, los conjuros de sus hechiceros y los cuentos con los que las madres negras entretenían a sus hijitos y les inculcaban las enseñanzas y consejos del saber popular.
Los patakies
Un pilar del cuerpo ético del conocimiento yoruba son sus Patakies, cuentos y fabulas del saber legado en forma oral y a través de la danza.
Los patakis guardan el complejo sistema de ordenanza y vida de las comunidades Yorubas y sus principales portadoras son las mujeres (Iya) religiosas o de familias que trasladan estos nobles saberes que rinden culto a los Orishas y a la naturaleza.
Estas historias expresan enseñanzas de forma metafórica, con simbolismos y códigos que el aleyo deberá descifrar.
Shango y el Tambor
Ogún y Ochosi (Dioses guerreros) deseaban hacer algo que los alegrara y pusiera a todos a bailar, que produjera un sonido agradable, musical, para que llegara hasta el alma de cada cual.
Por eso fueron a ver a Osain (Dios de las hierbas y los brebajes sanadores), en busca de que este les aconsejara cómo fabricar un instrumento que produjera los sonidos que ellos deseaban.
Osain, que conoce todos los palos del monte, sus usos y propiedades, les indicó que debían cortar un cedro de regular tamaño y luego ahuecarlo.
Cuando concluyeron el trabajo que les sugiriera Osain, Ogún mató un chivo y con el cuero de este animal hizo los parches para el tambor.
Ambos se pusieron a tocarlo, pero no lograban sacarle un sonido agradable.
Shangó, que andaba por allí cerca, atraído por los sonidos de aquel instrumento, llegó hasta donde estaban reunidos y se quedó maravillado con el invento.
–me dejan probar a mí –dijo con su voz fuerte, pero con cierto temor a que los otros, que lo miraron desconfiados, se negaran.–bueno –dijo Ochosi–, yo no tengo inconveniente.
–ni yo tampoco –agregó Ogún.
Entonces el orisha del rayo y el trueno comenzó a tocar el instrumento con tal maestría que los presentes se pusieron a bailar y mucha gente acudió al llamado del tambor.
Fue tanta la alegría de aquel wüemilere improvisado por Shangó que a Ogún y a Ochosi se les olvidó reclamarle el tambor y desde día Shangó no lo soltó nunca más. El tamor nace en el signo Edibbere y constituye el gran llamado a los Dioses.
Los toques significación y trascendencia
Existen tres estilos de ritmo de toques o llamados a través de la música con diferentes funciones:
- Aberikolá Tambor para el Muerto.
- Wemilere o Güiro Tambor de Festejo.
- Batá Añá Tambor de Fundamento con tratado.
- El Tambor Aberikolá: Sólo se ofrece directamente al muerto o algún ancestro fallecido que lo solicite.
Ella es la Orisha dueña a del oro, del amor, de la femineidad y del río. Es el símbolo de la coquetería, la gracia y la sexualidad femeninas. Mujer de Shangó e íntima amiga de Elegguá que la protege. Si
Rie y llora a la vez. Pide miel mientras se mueve con fuertes ondulaciones. Se le pegan con miel de abeja monedas y dinero de papel mientras baila.
La calabaza , la pina, las naranjas “chinas” forman parte de sus ofrendas.
Baila tocándose el vientre, mueve las manos para hacer sonar sus manillas de oro. Conquista, llama:
es la reina del tambor. Uno de sus caminos es Oshun Ana. Que suene el “bata”, que llamen al Wemilere: Oshun es mi corona y Añá es mi camino.
Maferefum Iyalodde,,,,,
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